sábado, 7 de febrero de 2009

Bioluminiscencia

Tengo mucho antojo de ver una luciérnaga. Cuando era pequeña y estaba de vacaciones con mis padres, tras la cena, salíamos a pasear por el bosque, a ver las estrellas y siempre encontrábamos alguna. Hace ya tantos años que no veo una...


Cuenta la leyenda que una serpiente empezó a perseguir a una luciérnaga. Ésta huía rápido y con miedo de la feroz depredadora, y la serpiente no pensaba desistir.

Huyo un día, y ella no desistía, dos días y nada... En el tercer día, ya sin fuerzas, la luciérnaga paró y dijo a la serpiente:

- ¿Puedo hacerte una pregunta?.

- No he tenido este precedente con nadie, pero como te voy a devorar, puedes preguntar.

- ¿Pertenezco a tu cadena alimenticia?.

- No.

- ¿Te hice algún mal?.

- No.

- Entonces, ¿por qué quieres acabar conmigo?.

- ¡Porque no soporto verte brillar!

4 comentarios:

Maeglin dijo...

Demoledor.
Frase final lapidaria.
Me ha gustado su fabula Metalia.

Metalia dijo...

La fábula ha sido recogida de Internet. No me queda muy claro cual es su autor original, por eso no lo he indicado. Saludos!!

Angel "Verbal" Kint dijo...

Bonito sin duda el relato...
A mi hay un cuento que me gusta más...
http://notasdecine.blogspot.com/2008/04/el-escorpin-y-la-rana.html

Anónimo dijo...

Fábula interesante a la vez que demoledora... Hay quien no soporta la luz y prefiere vivir en sus propias tinieblas, qué le vamos a hacer.