domingo, 2 de noviembre de 2008

El color de la amistad

Sabes, se supone que eres feliz. Y se supone, que en ese estado deberías alegrarte de que yo también lo sea.

Alegrarte de mis viajes, de mis hobbies, de la gente y de las circunstancias que me rodean; que voy cumpliendo algunos de mis objetivos vitales; resumiendo, alegrarte porque todo me vaya bien y pueda ir mejor.

¿Porqué no te alegras por mí, y así lo manifiestas?.

Siempre he dejado mucho margen de maniobra a los demás (quizá demasiado, echando la vista para atrás) y tengo mucha paciencia en temas que otros tiran enseguida por la borda al primer obstáculo. Pero aún así, esto es simple, uno no puede tirar siempre de la manta, y es imprescindible cierta reciprocidad.

La amistad es un abanico de detalles: mensajes al móvil, mails, llamadas, un café/una copa, un viaje/ una fiesta en común, una confidencia mutua ó un simple “qué tal estás?”, y así, un largo etcétera. No hace falta que se den todos y pueden hacerse espaciados en el tiempo.

No obstante, si nada de esto se pone en práctica, o peor aún se vuelve en contra, la amistad no fluye correctamente, se estanca y provoca un paso atrás en la evolución de nuestro aprecio.

Y la persona que más tiene que darse por aludida, no lo hará, pues probablemente ni siquiera lea este post. Y si lo hace, no hará nada por solucionarlo, pues considerará que tiene toda la razón del mundo, que no merece la pena ó que no hay ningún problema. Y lo respetaré, pues es su decisión. Pero es mi responsabilidad defenderme de tu postura. Quid pro quo. Y no siento impotencia ni me molesta, como años ó meses atrás. Aunque sí me da pena; pena porque las cosas tengan que ser así, porque tú quieres que sean así.

Y una vez más te digo, que siempre tendrás una puerta abierta, y allí estaré yo dándote a elegir la pastilla roja o la pastilla azul. Pero eres tú el que decides si algún día quieres entrar por esa puerta y cuál es el color de nuestra amistad.

2 comentarios:

Angel "Verbal" Kint dijo...

HOy lei algo en facebook que me recordó tu texto...
todos tenemos amigos que son como el Nelson de Los Simpsons, que esperan que caigas para decir Ha-Ha...

Maeglin dijo...

Creo que si hubieras dejado unas líneas en blanco para que cada persona que lea este texto pudiera firmarlo y suscribirlo tendrías una larga lista de adeptos a este Post. En la amistad como en el amor siempre hay un amante(persona más dinámica para que esa amistad-amor fructifique) y un amado(persona más pasiva y receptor del mayor esfuerzo del primero). Y cuando el amante empieza a sentir el frio de la desproporción de ese quid pro cuo que mencionas es muy sencillo escribir líneas gemelas a las que nos dejas más arriba.