jueves, 23 de noviembre de 2006

Nocturnidad

Es de noche cuando voy a trabajar y es de noche cuando llego a casa. Me siento un poco vampira, como si estuviera castigada a no ver el sol entre semana. Las empresas son, a su manera, vampíricas también; ellas nos succionan todo lo que les dejemos succionar. ¿Estamos contribuyendo pues al progreso de una sociedad de humanos o de vampiros?...

Pero a pesar de tanta oscuridad, la noche también tiene sus claros. Esta imagen la he sacado hoy al salir del trabajo. Las grandes ciudades tienen un encanto especial cuando cae el sol; se llenan de miles de lucecitas y neones. Unas vienen, otras van, otras permanecen...Es contradictorio, ya que, por un lado, me provoca una sensación placentera (es como el escenario futurista de una buena película de ciencia ficción, mi género favorito), pero por otro, evoca lejanía, frialdad, excesivo dinamismo...aunque todo esto será efímero; acabará saliendo el sol y desaparecerá.

Pero yo no estaré ahí para verlo, pues de momento, seguiré con mi vida de vampira melancólica.

2 comentarios:

Alf dijo...

Curiosa la comparación, bueno esto me ha recordado a una frase "Si lloras porque no puedes ver el sol, tus lágrimas no te dejarán ver las estrellas" Rabindranath Tagore, siempre pensé que era de Charles Chaplin, por un póster. Quien se centra en no ver el día, no es capaz de percibir la noche.

Ashura dijo...

A mi las ciudades de noche tb me encantan a pesar de que luego un dia ves sol y el dia y lo agradeces, peor en realidad cuanod más inspirada, melancolica y pensativa te sientes es cuando vagas pr la ciudad de noche al salir de trabajar sin prisa porque no es hora de nada... y vas andando, pensando, un monton de gente, me encanta. estas rodeada de gente pero en tu burbuja