Muchos años han llovido ya desde la última vez que usé unas gafas 3D; fué en el año 1995, en Futuroscope, Poitiers (Francia).
Pues bien, hoy he visto Beowulf también con dicha tecnología. Tras los primeros 10 minutos, el ojo se va acostumbrando, si bien, nunca llega a estar a gusto al 100%. En mi opinión, ha merecido la pena, ya que, cuando ves los trailers en 2D la película pierde parte de la esencia con la que ha sido creada.
Ni que decir tiene, que la escena que más he disfrutado es la de cueva, cuando la madre de Grendell (Angelina Jolie) susurra y surje de entre las aguas, acompañada de una tentadora melodía. Un auténtico demonio de agua con piel de sirena. Si hubiera habido un botón de rebobinar, yo lo hubiera pulsado unas cuantas veces, jajajaja.
Para mí, Angie pasará a la historia fílmica por dar vida a estos 2 iconos cinematográficos (Water Demon en Beowulf y Lara Croft en Tombraider):
Conclusión: Disfrútala como tal, es una película de fantasía, con sus defectillos (como todas), pero que entretiene y merece la pena probarla en 3D.
Este fin de semana recibí uno, como improvisado regalo para animarme ante un día digno de olvidar.
Una dulce sorpresa que siempre me recuerda a mi profesora de gimnasia rítmica del colegio. Ella solía premiar cada semana con un huevo Kinder aquellos ejercicios y/o figuras complejas que conseguías hacer por primera vez. No deja de ser un simple sistema de estímulo-respuesta, pero nunca olvidaré ese primer huevo recibido, así como mi única medalla "de oro" conseguida en un deporte.
Recordar esa ilusión, que va más allá de un trozo de chocolate, plástico y metal, no tiene precio.