Sabes, se supone que eres feliz. Y se supone, que en ese estado deberías alegrarte de que yo también lo sea.
Alegrarte de mis viajes, de mis hobbies, de la gente y de las circunstancias que me rodean; que voy cumpliendo algunos de mis objetivos vitales; resumiendo, alegrarte porque todo me vaya bien y pueda ir mejor.
¿Porqué no te alegras por mí, y así lo manifiestas?.
Siempre he dejado mucho margen de maniobra a los demás (quizá demasiado, echando la vista para atrás) y tengo mucha paciencia en temas que otros tiran enseguida por la borda al primer obstáculo. Pero aún así, esto es simple, uno no puede tirar siempre de la manta, y es imprescindible cierta reciprocidad.
La amistad es un abanico de detalles: mensajes al móvil, mails, llamadas, un café/una copa, un viaje/ una fiesta en común, una confidencia mutua ó un simple “qué tal estás?”, y así, un largo etcétera. No hace falta que se den todos y pueden hacerse espaciados en el tiempo.
No obstante, si nada de esto se pone en práctica, o peor aún se vuelve en contra, la amistad no fluye correctamente, se estanca y provoca un paso atrás en la evolución de nuestro aprecio.
Y la persona que más tiene que darse por aludida, no lo hará, pues probablemente ni siquiera lea este post. Y si lo hace, no hará nada por solucionarlo, pues considerará que tiene toda la razón del mundo, que no merece la pena ó que no hay ningún problema. Y lo respetaré, pues es su decisión. Pero es mi responsabilidad defenderme de tu postura. Quid pro quo. Y no siento impotencia ni me molesta, como años ó meses atrás. Aunque sí me da pena; pena porque las cosas tengan que ser así, porque tú quieres que sean así.
Y una vez más te digo, que siempre tendrás una puerta abierta, y allí estaré yo dándote a elegir la pastilla roja o la pastilla azul. Pero eres tú el que decides si algún día quieres entrar por esa puerta y cuál es el color de nuestra amistad.
2 comentarios:
HOy lei algo en facebook que me recordó tu texto...
todos tenemos amigos que son como el Nelson de Los Simpsons, que esperan que caigas para decir Ha-Ha...
Creo que si hubieras dejado unas líneas en blanco para que cada persona que lea este texto pudiera firmarlo y suscribirlo tendrías una larga lista de adeptos a este Post. En la amistad como en el amor siempre hay un amante(persona más dinámica para que esa amistad-amor fructifique) y un amado(persona más pasiva y receptor del mayor esfuerzo del primero). Y cuando el amante empieza a sentir el frio de la desproporción de ese quid pro cuo que mencionas es muy sencillo escribir líneas gemelas a las que nos dejas más arriba.
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