Cuando me fui a Irlanda durante todo un año, me pasó algo curioso. Algo a lo que nunca le había prestado más atención de lo normal: le cogí un especial cariño a los colores de la bandera.
Es algo que suele pasarle a la gente cuando está fuera de su país. Obviamente echas de menos a tu familia, amigos, costumbres, comidas, etc... y cuando ves alguna referencia a tu país y/o bandera, te asalta un "flashback" de sensaciones.
Independientemente de tu ideología, ¿no es reconfortante que algo tan simple te evoque tantos recuerdos en un instante?.
Es algo que suele pasarle a la gente cuando está fuera de su país. Obviamente echas de menos a tu familia, amigos, costumbres, comidas, etc... y cuando ves alguna referencia a tu país y/o bandera, te asalta un "flashback" de sensaciones.
Independientemente de tu ideología, ¿no es reconfortante que algo tan simple te evoque tantos recuerdos en un instante?.
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1 comentario:
A algunos las banderas pueden causar el efecto contrario. En cada viaje que hago, me siento menos identificado con las banderas. Ni tampoco me siento identificado con las banderas donde voy. La única bandera que me gusta es la blanca. Yo no añoraba la bandera, añoraba la comida, y alababa poder estar en una cafetería y que la gente hablara tan bajo que podía escucharme a mi mismo, alababa ver a la gente yendo en bici por la calle o corriendo. Alababa no escuchar el claxon de los coches porque la gente respetaba las señales. Alababa no oler a tabaco mientras comía. No añoraba España, añoraba a la familia y a los amigos, pero España, uhmnnn no añoraba a ver la polución, no añoraba ver los atascos, el stress, la gente. Solo he visto las noticias y me da asco de ser español.
Eso no quiere decir que no me guste España, adoro la comida, a algunas gentes de España, algunas tradiciones, el arte y alguna parte de la cultura española. Pero ser español, no creo podría ser de muchos países y ser igual. La gente construye su hogar donde vive. Adopta su hogar donde vive.
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