Eris, diosa de la discordia, molesta por no haber sido invitada a la boda de Tetis y Peleo, a la que habían acudido todos los dioses, se presentó en el banquete con una manzana de oro, que habría de ser para la más hermosa.
Tres diosas (Atenea, Afrodita y Hera) se disputaron la manzana, produciéndose una gran disputa en la que tuvo que intervenir hasta el mismísimo Zeus.
Zeus decidió encomendar la elección a un joven mortal llamado Paris, hijo del rey de Troya.
Cada una de las diosas pretendió convencerle con sobornos. Hera, esposa de Zeus, le ofreció todo el poder que pudiera desear, e incluso el título de Emperador de Asia. Atenea le ofreció la sabiduría y la posibilidad de vencer en todas las batallas. Afrodita, le ofreció el amor de la mujer más bella del mundo.
Paris se decidió finalmente por Afrodita, y su decisión hubo de traer graves consecuencias para su pueblo, ya que la hermosa mujer por la que Afrodita hizo crecer el amor en el pecho de Paris, era Helena, la esposa de Menelao, rey de Esparta. Paris raptó a la bella Helena y se la llevó a Troya...